martes, 19 de octubre de 2010

Alí (Nocturno de otoño)



Empiezas tocando por encima de la ropa interior, es evidente que mi cuerpo está atento a tus excursiones por mi piel. Me conoces y sabes qué rumbo tomar cuando te pierdes entre mi sexo. Como yo, prefieres la oscuridad; palpar, ir construyendo dimensiones y apariencias en la mente, qué placentero.

Nervioso me preguntas -¿quieres que te la chupe?

La ropa y mis inhibiciones fueron desconocidas por la piel. Estoy tan cómodo desnudo a tu lado. Me deseas, me quieres y ya conozco el final de este encuentro.


Hace más de dos años. La primera vez, después de un concierto de jazz. Fuimos a tu casa a cenar, lo poco que tenías me lo ofreciste, una quesadilla y un vaso de agua. Lo suficiente.
Debía irme, pero no deseaba hacerlo. Apenas si podía abrir los ojos, estaba muy cansado.


-¿Quieres dormir un poco? Preguntaste.


Subimos en la penumbra… Intuía que vendría algo emocionante.


-Tengo que decirte algo y no se cómo. Estabas nervioso.


Debajo de las sábanas nos resguardamos, me mirabas. Tu aliento olía a tabaco. Las sabanas eran anticuadas, parecían haber sido olvidadas en algún closet.  Tenía la sensación de que no sería la única vez que dormiría enredado en ellas. Después de unos minutos de divagar, pronunciaste algo.


-…creo que estoy enamorado de ti.


No respondí, quede impactado y enseguida te besé. Ahí inició todo. Era casi mediodía cuando volví a casa. 
Fue una semana triste, no dejaba de pensar; después de eso ya no había retorno. Me enamoraste de una manera tan sutil que, cuando halaste las velas, desplegaste todo eso tuyo en mí.

-¿Estás despierto?

-Sí. Respondí.

Tomamos un descanso antes de seguir, siempre es así, son los entremeses de un festín. Tiempo libre, para pensar, platicar o sólo dormir con las piernas liadas. Desnudos de muchas formas; ya nos sabemos, la cama siempre es territorio neutral… paramos un poco de nuevo, lo único que sorprende son los nuevos trucos que cada quien pudo aprender, con ayuda de alguien (sexo ocasional) o de material didáctico (porno).

-Te quiero, susurraste.

Fui el primero, lo sé y ahora no dejas de buscarme en todos. Por eso vuelves, por eso estoy aquí, pensé.





2 comentarios:

  1. No dejas de sorprenderme, porque tienes la audacia de compartir las secretas intimidades de todos.

    ResponderEliminar
  2. Matamoros_querido:

    Me encantó... un beso

    ResponderEliminar