viernes, 15 de octubre de 2010

Ali (de noche)



Un acorde que se repite en mi cabeza. Secuencia de fotogramas de la misma película; me llamas, accedo y vienes.

Llegas en punto como siempre, abro la puerta de tu Ford plata y subo, me miras, te miro; el protocolo de bienvenida. Comentarios redundantes, risas, caricias sutiles. Quince minutos después, se hace el silencio. Es largo el camino hasta tu casa, me acomodo , recargo mi brazo en la puerta y mi cabeza sobre el brazo… me cuestiono si volvería a intentarlo.

Un vacío en mi estomago mientras cantas, tu lenguaje suave y dulce, música de notas agudas con silencios pausados que se prolongan hasta el desayuno. Tu mano se escapa del volante y toca mi muslo.

-Te quiero, dices.

Me quedo mudo, soy un pueblo desolado a tu lado. No tengo respuesta que pueda decirte con palabras, pero hay sensaciones que están y recuerdan que te siento.

Tu piel cálida, tus labios se despellejan del deseo, tus manos sucias y largas. Me encanta que me desees, con esos ojos aceituna, con tu música. Fuiste mi primera canción, mi primer paseo  en ese bosque de altos encinos. Esa laguna que inundó Zempoala.

Ya en tu casa, tus manos rondan mi espalda, buscan alguna ventana abierta por donde mirar siquiera. Me recuesto sobre el sillón. Miro en el techo las marquesinas italianas que resguardan los bordes, que hacen visibles los limites; más allá de esta casa, estas palabras perderían sentido.

-¿Me abrazas?, preguntas.

-Sí, ven.

Te acomodas entre mi brazo y mi pecho. Tu nariz ronda mis labios, tu frente frota la alfombra áspera del mentón. Subes y me besas.

-Vamos a mi cuarto.






3 comentarios:

  1. Bello, como la sensación del primer amor, esperando el deseo, sin protocolos. Bravo amigo, cada vez mejor.

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  2. Matamoros_querido:

    ¡Que gusto, que volviste a postear! Me gusto... muy melancólico , como tú. Un abrazo

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  3. A calzón quitaoo...

    Lo dejaste increíble. tq amiguitoo

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