lunes, 31 de enero de 2011

Alí (última semana de noviembre)

Sin que yo te invitara viniste, dos horas antes de amanecer. Llamaste preguntando donde estaba, 20 minutos después subías al 2do piso y tocabas la puerta del 202 en la Roma. De fondo Nude de Radiohead por cuarta vez, la luz tan tenue como la que brindan las candelillas de una iglesia, humo de tabaco flotaba y nos abrazaba.

-Constanza, Isa, Antonio… Dije.
-El es Alí. Señalándolo.

La reunión habitual de cada viernes, los mismos amigos, escuchando casi siempre las mismas canciones, nos adoptamos sin proponérnoslo, compartiendo.

-¿Tu quién eres? Constanza le pregunto. Acercaba su rostro hacia él, ya que todo estaba en penumbra.
-Alí. respondió.
-¿Son novios?
-No.
-¿Pero por qué? ¿No lo quieres?
-Sí
-Y¿ por que no son novios?
-Porque él no quiso.

Yo reí incómodo, le tomé la mano y lo lleve conmigo al sofá. Como siempre puntual , nunca desperdicia una oportunidad, su mejor cualidad. Le abracé y se acomodó en mi regazo.

-¿Cómo estás? Pregunté.
-Bien y ¿tú? Me miró fijando su atención en mis labios.
-Yo muy bien.
-Te extraño. Susurraste.

No tuve palabras para eso, la verdad es que yo no lo extrañaba, aunque mis pensamientos vuelven a él de vez en cuando. Como siempre me sentía como un árbol seco, incapaz de responder a la calidez del verano.

-¿Cómo está tu novio? Le pregunté.
-Bien, como siempre
-¿Te trata bien?
-No.
-¿Quieres que le pegue?  Lo mire con una sonrisa socarrona.
-Mas bien no quiero hablar de eso.

La verdad es que yo sí, me molestaba que estuviera con alguien, no me importaba que siguiera buscándome sabiendo que tiene pareja, no soy una autoridad moral en eso de la fidelidad y él lo sabe. No soporto la idea de que tenga novio, de eso no hay duda.

Acercaba su boca a mis labios, respiraba tan cerca de mi piel, me estremecía. Los demás cantaban esa canción de los yeah yeah yeahs que nos gusta.

Wait... they don't love you like I love you

wait... they don't love you like I love you

maaaaaaaaps.

Me inunde de  nostalgia, tenerte a mi lado, aromas usuales; tu aliento a tabaco, el sudor de tu ropa, tu barba sin rasurar, tus labios partidos, esa forma de mirarme, me tienes como siempre adicto, de nuevo.  Aún teniendo la certeza de que nuestra historia no daría un paso más, seguiremos encontrándonos  en ocasiones para no olvidar y buscar algo de si mismos entre los escombros.

Wait... they don't love you like I love you… empezó a cantar.
Como siempre nuestros abrazos terminan en besos, el camino ya esta marcado, de los bellos en su abdomen  acabaría o más bien iniciaría ese sábado enredado en la nostalgia, entre tus piernas.
(Para Santiago Ch. con cariño)