miércoles, 22 de septiembre de 2010

Víctor (sábado / 4 am)



-Hola, habla Iker.

-Hola, ¿dónde estás?

-Ya estoy acá abajo

-¿Qué auto traes?

-Uno color gris

-OK, espérame ya voy bajando

-Ok.

Quedamos en vernos en media hora. Para ese momento ya eran las 4 a.m. Regresé, aun cuando sentía que no debía.

-Pensé que ya no ibas a regresar. Dijo

Asentí con los hombros, y le mire, me percate que ya no estaba vestido como lo deje, con ese look sexy de negro y chamarra de piel. Ahora traía crocks y unos pants azules. Que atroz.

-Pues ya ves que no, volví. Respondí

Entramos al estacionamiento del edificio donde vive.

-Hay un vecino borracho, no lo mires… Creo que término con su vieja.

-Vale

Subimos las escaleras y nos topamos con un hombre gordo como de 35 años, en pijama sentado en las escaleras, los ojos hinchados por tanto llorar, nos observó mientras lo esquivábamos para poder subir; olía a sudor y a alcohol, estaba descalzo. Una imagen tan patética. Me inundó  una sensación extraña, era como un mal augurio. Aún así caminé detrás de Víctor, el chico que había conocido esa noche en un bar.






1 comentario:

  1. matamoros_querido:

    ¿cómo? ya empezaste otra historia y ¿aún no terminas la despedida de la otra? jajajaja

    Me encantan. Saludos

    ResponderEliminar